El ser humano, desde sus inicios, ha sido nómada. Antes, estos desplazamientos se realizaban con fines de supervivencia. Actualmente, los desplazamientos son debidos principalmente a guerras internas, falta de recursos o pobreza y trabajo. La búsqueda de nuevas oportunidades para obtener una estabilidad económica-política y social, y así, poder satisfacer las necesidades tanto de ellos como de sus familias ha sido la principal motivación en latinoamérica. Los motivos migratorios van desde ir a estudiar o reencontrarse con un familiar hasta huir del terrorismo, desastres naturales, violaciones o abusos de derechos humanos.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha revelado datos a nivel mundial actualizados al 2019 sobre el movimiento migratorio: “En la actualidad, el número de personas que vive en un país distinto del que nacieron es mayor que nunca: 272 millones en 2019 – 51 millones más que en 2010. Los migrantes internacionales comprenden hoy un 3,5% de la población mundial, cifra que continúa ascendiendo con respecto al 2,8% de 2000 y al 2,3% de 1980.” Para ello hay que comprender que la OIM fue capaz de realizar una estadística a raíz de la migración externa, pues, existe también la migración interna. Ésta consiste en el desplazamiento de las personas dentro de un país.
La migración puede ser encasillada en varias clasificaciones, por ejemplo, esta puede ser una migración permanente o una temporal. La permanente se da cuando un individuo ha decidido fijar su residencia en este nuevo país o ciudad donde se ha radicado. Por otro lado la temporal se da cuando un individuo esta de paso por dicho nuevo país sin animos de permanecer y establecerse en él. Otra de las clasificaciones es si dicha se caracteriza por ser forzada o voluntaria. La migración forzada esta focalizada en los individuos que por factores que no controlan han tenido que movilizarse. En cambio, la migración voluntaria es aquella movilización que es decisión libre de un sujeto.
Entonces, a raíz de esto ¿Qué es un migrante? Pues, La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) define a un migrante como “cualquier persona que se desplaza, o se ha desplazado, a través de una frontera internacional o dentro de un país, fuera de su lugar habitual de residencia independientemente de: 1) su situación jurídica; 2) el carácter voluntario o involuntario del desplazamiento; 3) las causas del desplazamiento; o 4) la duración de su estancia.”
Dicho esto hay que familiarizarnos con los conceptos que la migración nos trae siendo estos: inmigrar y emigrar. La Inmigración, es la llegada a un país, región, ciudad ajeno al de su origen con el fin de optar por una mejor calidad de vida, de posibilidades socio económicas y politicas. Ésta palabra proviene del griego in que significa hacia dentro y migrar que significa cambiar de residencia o moverse, más el sufijo nte que significa agente. Además contiene raíces latinas que en definición es lo siguiente "el que vino de un lugar para establecerse en otro”. La Emigración, por lo contrario, requiere la salida de personas de su país, región o ciudad. Esto se lo conoce como un fenómeno social con el fin de establecerse en otro lugar distinto al origen. La palabra proviene del latín emigratio.
Dado el impacto de la migración a nivel mundial, la Organización de las Naciones Unidas ha destinado un departamento especializado en desplazamientos de refugiados y migrantes. El 16 de septiembre 2016 la Asamblea General de la ONU acogió la Cumbre de la ONU sobre los Refugiados y los Migrantes con el fin de unir a los países en torno a un enfoque más humanitario y coordinado. Durante esta Cumbre, los Estados Miembros de las Naciones Unidas adoptaron un conjunto de compromisos, conocido como la Declaración de Nueva York para los Refugiados y los Migrantes, que expresa la voluntad política de los dirigentes mundiales de salvar vidas, proteger derechos y compartir la responsabilidad a escala mundial.
La declaración mencionada reconoce la contribución positiva que hacen los migrantes al desarrollo sostenible y se compromete a proteger la seguridad, la dignidad y los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos los migrantes, independientemente de su estatus migratorio, mencionando así los beneficios que los paises han tenido a raíz de una alza migratoria.
En la Declaración de Nueva York, los Estados Miembros acordaron colaborar en la elaboración de un Pacto mundial para una migración segura, ordenada y regular, que se aprobó en la conferencia intergubernamental sobre migración internacional en diciembre de 2018 en Marruecos. Este Pacto mundial abarca diversos temas, tales como “el fortalecimiento de los derechos laborales de los trabajadores migrantes; la mejora de los datos sobre migración para elaborar políticas basadas en datos empíricos; o salvar vidas y establecer esfuerzos internacionales para los casos de migrantes desaparecidos, entre muchos otros asuntos.”
Desde el año 2000, la Asamblea General proclamó el 18 de diciembre el Día Internacional del Migrante. En ese mismo día, 10 años antes, la Asamblea ya habia adoptado Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares
Organización Social Viajeros Ecuador